Crisis Económicas y Financieras. Causas profundas y soluciones (Presentación del libro de José Juan Franch Meneu)
Introducción
El día 10 de mayo 2012, en la sede de la Comisión Nacional de la Competencia, tuvo lugar la Presentación del libro de José Juan Franch Meneu "Crisis económicas y financieras. Causas profundas y soluciones". La Presentación fue seguida de una mesa redonda sobre la crisis económica. Los ponentes de la mesa, además del autor José Juan Franch Meneu, Profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid y ex Vocal del Tribunal de Defensa de la Competencia, fueron:
Dña. Lourdes Pérez Ortiz, Vicedecana de la Facultad de las Ciencias Económicas de la Universidad Autónoma de Madrid.
D. Rubén Manso Olivar, Economista, Inspector de Entidades de Crédito del Banco de España (en excedencia), autor del libro "Los malvados derivados financieros".
D. Vicente Boceta, Técnico Comercial del Estado y Doctor Ingeniero Agrónomo.
Moderó la mesa el periodista D. Ramón Pi.
Pueden acceder en Every View al vídeo resumen de dicho evento, así como un tráiler, entrevistas con los ponentes de la mesa redonda y fotos.
Presentación
Es un gran honor para mí poder presentar este libro y participar en la mesa redonda sobre la Crisis actual en este marco incomparable que tantos recuerdos personales rememora, primero en aquel viejo chalet de la Avenida de Pio XII y después en la calle Velázquez, antes de llegar a esta tierra prometida de Barquillo 5, cerca, significativamente del Banco de España. Tierra prometida que sólo vi desde fuera pero que no habité. Por eso quiero empezar agradeciendo muy singularmente al Excelentísimo Sr. Presidente de la Comisión Nacional de la Competencia que me haya facilitado y animado a la celebración del acto en este foro. Gracias Joaquín. Vaya con él el agradecimiento a María Naranjo y a Esther. También soy un privilegiado porque los demás miembros de la mesa, todos de reconocido prestigio, han querido aceptar la invitación. Gracias Lourdes, gracias Vicente, gracias Rubén y gracias Ramón. También agradezco a todos los asistentes, tantos alumnos, amigos y colegas, su asistencia. Y a la editorial Every View el esfuerzo realizado para llevar a buen término este evento y por haberse atrevido a publicar mis escritos.
Allí en Pio XII y sin apenas recursos se dictaron resoluciones importantes e informes de concentración más importantes aún si cabe aunque no fuesen vinculantes. Baste señalar aquellas dos grandes fusiones bancarias del Santander Central hispanoamericano o la del BBV con Argentaria que coincidió con un acuerdo estratégico con Telefónica o la famosa de la televisión de pago de Sogecable Vía Digital. Allí se gestaron y se pusieron blanco sobre negro una gran mayoría de las ideas que se contienen en este libro. Muchas de ellas son incluso más actuales que cuando entonces se gestaron. Las consecuencias de los errores pertinaces han hecho que sean ahora más atractivas y necesarias de poner en práctica. Esta Gran Crisis que comenzó el 9 de agosto de 2007 las ha puesto de nuevo de moda y de actualidad.
Allí en el TDC germinó de nuevo el noble empeño por mejorar la situación económica de las gentes. Siempre me llamó la atención aquella pasión por erradicar la miseria que tenía Marshall y que le llevaba a los barrios más pobres para incentivar su intelecto al objeto de tratar de solucionar aquellos problemas económicos graves. Así lo recoge Keynes en sus Ensayos biográficos. Políticos y Economistas: Marshall vivía todo eso con una vehemencia que no era compartida por todos sus alumnos. (…) De modo que decidió, según sus propias palabras, "tomar contacto más directo con el mundo práctico y con la vida de la clase obrera" (1). Conviene ir a los barrios pobres para incentivar la imaginación buscando soluciones. Esas ansias utópicas juveniles al estilo de Marshall están desde el principio en mi fuero interno.
Otra actitud vital que es la responsabilidad que tenemos los economistas y profesores, también los políticos, de buscar soluciones a esta gran crisis, inmiscuirse, no actuar estilo avestruz. Salir a la palestra de las ideas. Mojarse. No ver los toros desde la barrera, comprometerse.
Y ello sabiendo que la Economía es una Ciencia de principios universales y que por lo tanto hay verdades y errores y muchas veces los errores se cometen por desconocimiento. Y las consecuencias de las malas políticas económicas son terribles. Las guerras, también las grandes guerras a lo largo de la historia, han sido provocadas casi siempre por errores económicos. Consecuencias graves no solo económicas sino también sociales y de todo tipo: 2ª Guerra Mundial, 50 millones de muertos.
En este libro se pretende hablar de lo que parafraseando a Miguel de Unamuno llamo la Intraeconomía. Sin dejar de comentar tantas cosas de la Economía convencional, se intenta investigar en esas causas profundas de las crisis y en esas fuentes del error o del acierto que se pueden atisbar en lo fundamental, y que muchas veces están enraizadas en la legalidad de las mismas instituciones durante décadas y décadas, siglos incluso. Creo que los economistas desde hace más de un siglo apenas reflexionamos y estudiamos poco si nuestros grandes principios y reglas sobre los que actuamos son los idóneos y nos llevan por el camino acertado, o si, por el contrario, son erróneos y nos arrastran irrefrenablemente hacia el abismo.
Suelo explicar la crisis actual con la aparentemente casual y en realidad pienso yo que causal aparición de siete tsunamis convergentes de una envergadura insospechada que sirven para resumir este libro:
Los cinco primeros tsunamis se desarrollan principalmente en los dos primeros capítulos Economía Política en Libertad. Principios y El efecto Laffer y otras reflexiones. Son los siguientes:
Los dos primeros tienen que ver directamente con el protagonismo estatalista equivocado:
El primero de los Tsunamis es la locura keynesiana potenciada por la inicial Curva de Phillips de la ruptura del equilibrio presupuestario y además justificarlo como bueno para salir de las crisis.
El segundo de los tsunamis relacionado y consecuencia del primero es la ampliación desorbitada y por decreto del mal llamado Estado del Bienestar que se acaba convirtiendo en Estado del Malestar.
Los tres siguientes tsunamis tienen que ver directamente con el mundo financiero institucionalizado, pero indirectamente también con los Estados que controlan y regulan el sistema financiera mundial y marcan las reglas del juego.
Eugenio Domingo Solans –uno de mis maestros principales- a principios de los años 90 del pasado siglo en un viaje a Baleares a una oposición me dijo: "Franch dedícate a la teoría monetaria, a la teoría del dinero y del crédito porque es el gran tema del siglo XXI y desde Wicksell no se ha escrito nada serio". Reconozco que no le hice mucho caso y que es para mí un reto pendiente, pero aquellas palabras fueron proféticas.
El sexto tsunami –el envejecimiento demográfico- se trata en el capítulo cuarto, Sobre la población, la ecología y los recursos, tratamos la importantísima cuestión demográfica en relación con la economía, y las interdependencias ecológicas vitales. Los distintos apartados de ese capítulo son: Población y ecología humana; El mito de la superpoblación; Envejecimiento empobrecedor; Población y economía crecientes, y también Población, economía, aborto y anticonceptivos; para terminar con el apartado titulado Economía y ecología humana. En un ensayo que trata de las causas profundas y soluciones de las crisis económicas y financieras no podíamos dejar por último de insistir y recordar que la libertad está encarnada en cada ser humano nacido. Las cuestiones demográficas tienen que ocupar un lugar preferente en el despliegue económico de esa libertad personal. El acontecer de la vida humana repercute de forma preponderante sobre un sin fin de circunstancias sociológicas y económicas que no es posible obviar. Unida indisolublemente a la fuerza económica de la libertad se encuentra siempre la demografía y la fuerza económica de la vida.
El séptimo y último tsunami –quizás el más importante- es el tsunami de la corrupción generalizada. Se trata en el capítulo tercero Ética en la libertad de los mercados donde se desarrolla la inexcusable relación entre economía y ética desde el momento que resaltamos las consecuencias y conveniencia de acometer el estudio de la economía como acción humana y, por lo tanto, libre. Allí se trata de La dimensión ética de las instituciones y los mercados financieros; de la valoración ética y social de los mercados; de la armonía ética entre ahorradores, inversores e intermediarios o de las reglas del juego y el beneficio que enriquece. También se resalta la importancia de la lealtad, confianza, prioridad del cliente y profesionalidad a la hora de enfocar las cuestiones éticas en el ámbito económico y La formación ética del precio en los mercados financieros, la necesidad de Información veraz y transparencia ética, y la Información privilegiada y uso de la información en los negocios o La especulación como vicio posible. Finaliza el capítulo con un importante apartado titulado Teoría del desenvolvimiento ético schumpeteriano que es el esbozo de una teoría seminal y personal de la dinámica ética en todo el amplio espectro de la actividad económica y financiera.
La libertad responsable tiene mucho que ver con el autodominio personal en todos los ámbitos y especialmente en el ético y económico, donde la proporción, el sentido común audaz y la justicia de dar a cada uno lo suyo, encuentran su campo apropiado en la acción humana. Escoger, decidirse y auto-determinarse por las alternativas y los caminos idóneos exige una seriedad personal y una responsabilidad que sabe poner en juego sobre el tapete los clásicos principios éticos de prudencia, justicia, fortaleza y templanza en todo el actuar económico. El bien hacer de las mejoras éticas en el ámbito económico y financiero producen siempre sinergias continuas y altamente multiplicadoras.
¿Qué podemos hacer frente a estos devastadores tsunamis convergentes?
A lo largo del libro se sugieren posibles vías de solución en distintos ámbitos. Si los problemas son causados por esos siete tsunamis, las líneas de solución vienen por la vía contraria. Destacaré sólo algunas.
En primer lugar una visión dinámica y abierta de la competencia y la competitividad donde releguemos al baúl de recuerdos la teórica competencia perfecta neoclásica como paradigma ideal obsoleto y sintonicemos con el enfoque de la competencia al estilo de Schumpeter, Kirzner o Hayek donde la creatividad personal y empresarial innovadora, así como el estar alerta buscando oportunidades en ese proceso de descubrimiento continuado en que consiste la competencia real sean el motor central de todo agente económico.
En segundo lugar señalar claramente lo siguiente: Los estados están con problemas financieros muy graves y los bancos también lo están, unos más que otros, pero todos con problemas graves. La solución una vez más es el dinamismo creativo del orden espontáneo. Es la riqueza privada, el dinero privado y particular que tiene mojarse, tiene que invertir, perder el miedo y apalancarse, recuperar la confianza, no sentarse encima de la liquidez sino ponerla a trabajar en proyectos creadores de riqueza. Como decía Shackle "El futuro no se descubre, se crea". No se puede tratar pasivamente de vislumbrar sino que hay que arremangarse y ponerse a la tarea de crearlo y hacerlo realidad. Ser conscientes del poder creador del riesgo.
En tercer lugar ahorrar (el ahorro es la fuente de la inversión) e invertir en conocimiento y en Investigación, Desarrollo e innovación tecnológica. El español –entre otras cosas por nuestro idioma que tiene muchas metáforas- tiene ventaja comparativa en creatividad. Sacar partido en bien de todos de esa ventaja comparativa que tenemos por en ese campo cultural, artístico y tecnológico somos altamente competitivos.
Y en cuarto lugar recuperar la ética clásica en todos los ámbitos sabiendo que ello es vital para generar confianza y esperanza cierta en un futuro mejor para todos y en especial para las nuevas generaciones.
Quisiera decir por último que aquel afán idealista juvenil que comentaba al principio sigue estando aún presente, incluso con más intensidad. Considero que desde el más encumbrado economista hasta el más desconocido, todos y cada uno, todas y cada una de las escuelas, tienen un común denominador que no es otro que la noble aspiración de tratar que mejore la situación de todos y especialmente de los más necesitados.
Por esa enorme tarea que tenemos por delante todos los economistas teóricos y prácticos quiero para terminar hacer mías unas palabras de Bhöm Barek en sus Ensayos de Teoría Económica:
"Me gustaría suscitar la sensación –dice Bhöm Barek- de que en el inmenso campo de la economía no sólo hay lugar para todos nosotros sino también necesidad de todos nosotros, de todos los tipos de facultades y de vías de investigación; y de que, en lugar de apuntar unos contra otros nuestras armas intelectuales y de rechazar obstinadamente lo que se nos ofrece al conocimiento por vía distinta de la propia, nuestro deber es unir nuestras fuerzas y apuntarlas contra nuestro enemigo común: los innumerables problemas de una de las ciencias más difíciles" (2).
Muchas gracias y estoy a su disposición.
(1) Keynes, John Maynard, Barcelona: crítica, 1992; pp. 198-199.
(2) Von Böhm-Bawerk, Eugen. Ensayos de Teoría Económica, Volumen I, La Teoría Económica. Unión Editorial - Madrid, 1999, pág. 185.
José Juan Franch Meneu
Adjunto