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Europa y España… ¿Cómo volverá la confianza? (Resumen de la Conferencia de Juergen B. Donges)

En esta conferencia, pronunciada por el profesor Juergen B. Donges, Catedrático Emérito de la Universidad de Colonia, Alemania, en la Fundación Rafael del Pino, el profesor Donges nos presenta un análisis detallado y certero sobre la realidad y los retos de Europa y España, y expone el camino a seguir partiendo de la experiencia del plan de reformas 2010 emprendido por Schroeder y la entonces jefe de la oposición Angela Merkel, en Alemania en 2002.

En su opinión, la crisis de Europa es de confianza, partiendo de las dificultades económicas derivadas de las burbujas de valoración, del exceso de deuda, del tamaño de los déficits públicos y de los déficits corrientes dentro de la Eurozona. Falta de confianza entre los gobiernos, existen dudas entre los bancos a la hora de prestarse, y contemplamos la perplejidad y ansiedad de los ciudadanos por la gestión de la crisis por parte de los dirigentes políticos.

El diagnóstico es correcto en general: es cierto que la gestión económica de cada país ha devenido en su situación actual relativa, si bien ya era evidente que las ganancias de productividad en países que apostaron por el "ladrillo" demandaba un flujo constante de capital exterior que se pensó no tenía fin y manteniendo siempre un coste muy bajo. El problema ahora es cómo desmontar el exceso de ineficiencia de la forma menos traumática posible.

En clara referencia a la victoria electoral de Hollande, opina que los cambios en el timón de los gobiernos no pueden cuestionar los pactos europeos alcanzados (por ejemplo el Fiscal Compact) y que están o han sido ratificados en Parlamentos Nacionales; por tanto, la agenda de reformas estructurales ha de trascender los ciclos electorales. El Plan de austeridad, las reformas estructurales y el crecimiento son, en su opinión, compatibles, como ha demostrado Alemania con las reformas comenzadas en 2002, afectando a la educación, al mercado laboral, a la seguridad social, a los impuestos, etc., que han situado a Alemania en una buena posición para competir globalmente a partir de 2009.

Cree que vivimos en un mundo global, y que las economías por tanto han de ser abiertas y flexibles. Prevé diferencias entre Merkel y Hollande, si éste pretende una vuelta a políticas de demanda que persistan en los desequilibrios, y confía en que Hollande, como deben hacer (dice) los políticos "prometan lo que quieran en campaña pero luego hagan lo que tengan que hacer durante su mandato…". La ciudadanía les valorará en función de si el país está mejor o peor al final del mandato.

Curiosa interpretación del valor del voto en una democracia, pero cabe preguntarse si ante los electores están dispuestos a apoyar un programa que recorta sustancialmente derechos y privilegios, o si por el contrario el liderazgo del gobierno precisa de cintura para afrontar los retos del momento. Personalmente me decanto por lo segundo, dada la falta de diagnóstico y consciencia a nivel de la población en general, y de la clase política en particular, además del insostenible modelo de política económica y social que hemos mantenido en España en los últimos quinquenios.

Respecto a Europa, Donges cree que es improbable un escenario de recesión, pero observa factores preocupantes que afectan de forma dispar a distintos países:

(a)  El desempleo, especialmente el de jóvenes, y la perdida de talento que supone para los países que como España están viendo sufrir una emigración "cualificada". Su pregunta es si España podrá recuperar ese talento que se marcha y cuándo, ya que es fundamental para que España progrese en el futuro.

(b) La confusión financiera en la Eurozona, donde el ECB esta permitiendo que sobrevivan bancos sin fiabilidad: debe orquestarse un mecanismo de resolución del exceso de capacidad bancaria ineficiente y sobrante en la Eurozona.

(c) La persistencia de déficits públicos con altos componentes de estructuralidad o inelasticidad a la baja, además de presentar déficits por cuenta corriente que demandan ahorro exterior neto, si bien en países como España se está recortando por el descenso de la demanda doméstica y el crecimiento de las exportaciones.

No obstante, tenemos el problema de la financiación del stock de deuda que sólo se soluciona si hay confianza en el repago. El profesor Donges aboga por una solución a nivel de cada país, en lugar de políticas de financiación desde el centro de Europa, sea en forma de Eurobonos, mediante la compra de deuda por parte del ECB, o bien sea a través de fondos de la UE.

Aunque la recesión en países como España está provocando el ajuste, de forma natural, por caída de la demanda, esto no es sostenible y el camino son las reformas estructurales. Congratula al Gobierno actual en España sobre el programa de reformas que está acometiendo (ningún país en su conocimiento ha realizado tantas reformas en tan poco tiempo), pero está fallando en explicar y comunicar lo que está haciendo, y sobre todo no existe una sensación de que existe una clara hoja de ruta, con iteraciones como la segunda "oleada" de la reforma financiera tras la inconclusa de febrero 2012.

Asistimos, una vez más, al clásico reflejo de la fragilidad de compartir moneda sin haber previsto los mecanismos de transferencia de usos y recursos dentro de la Eurozona, aparte del adecuado control y aviso de las variables que hacen a cada país sostenible por separado. No obstante, dado el punto al que hemos llegado, es en mi opinión improbable que las reformas estructurales por sí solas permitan que un país como España pueda soportar el ajuste. Hace falta un mix de reformas que aporten flexibilidad, programas de apoyo a la restructuración y proyectos de crecimiento.

El profesor Donges declara su desazón con respecto el futuro de Europa, que ve con bastantes nubes por la falta de visión, coherencia y preparación de los políticos ante la tarea que tienen por delante, si bien buena parte de los déficits de la Eurozona son internos y la posición consolidada es más que sostenible; la realidad es que hoy por hoy no existe una agenda de culminación política de la Eurozona que nos permita ir en la línea de unos Estados Unidos de Europa. 

Ya en el turno de preguntas, responde que en España hemos de recuperar el déficit de competitividad, probablemente a través de una deflación interna de precios y reformas estructurales, ya que no tenemos moneda propia; pero también cree que los países que la tienen y están usando políticas cuantitativas (EE.UU. y Reino Unido) pueden tener problemas a medio plazo. Opina que España saldrá de la crisis, como muy pronto, a final de esta legislatura, siempre bajo la hipótesis de que se implanten las reformas estructurales que el país necesita. Respecto a Grecia, opina que hay que asumir que el país no es viable y que en Alemania ya se habla abiertamente de cómo propiciar la salida de este país del Euro, bien a través de tasas de conversión variables, circulación paralela del Euro y del Dracma, etc.

Por último, cierra su amena conferencia compartiendo con nosotros que el Euro seguirá por largo tiempo, pero que hay que definir todavía en qué forma; su análisis en relación con los fallos de los diversos intentos de unificación de monedas durante el siglo XIX, tuvo su origen en el disenso sobre las políticas presupuestarias, como en buena parte está sucediendo en la Eurozona hoy en día…

Adjunto
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Comments (2)

  • María Eugenia Cadenas

    María Eugenia Cadenas

    23 Mayo 2012 at 14:04 | #

    Excelente resumen, Enrique.

    reply

  • José Enebral Fernández

    José Enebral Fernández

    30 Mayo 2012 at 19:12 | #

    La verdad es que España parece un caso particular, aunque no sea el único país en el punto de mira. Los ciudadanos no sabemos si hemos de hacer algunos sacrificios para salir de la crisis, o para que los banqueros se sigan jubilando con sumas que no solo garantizan su vida altamente placentera hasta la muerte, sino también la de sus hijos, nietos y bisnietos; o para que algunos altos cargos se vayan de largos y lujosos fines de semana gratis. No, no sorprende que España esté en el punto de mira, entre unas y otras cosas. Nuestros jóvenes no se merecían esto, y urge abrirles el futuro.

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