China, o la primera potencia mundial (Informe)
El primer milenio de nuestra era fue el del Mediterráneo; el segundo, el del Atlántico; nadie cuestiona ya que el tercer milenio será el del Pacífico… y China tiene buena cuenta en ello. Un país que crece a ritmos del 10% anual, multiplicando su PIB por trece en términos reales desde 1978… un país con una población activa de 800 millones de trabajadores… con más de 24 ciudades que superan los 5 millones de habitantes… un mercado de más de 450 millones de teléfonos móviles… periódicos con tiradas...
Datos básicos
Zhonghua Renmin Gongheguo o República Popular de China, tiene una extensión de 9,5 millones de km2, más de 1.300 millones de habitantes de mayoría Han aunque existen hasta un total de 56 grupos étnicos distintos. El idioma oficial es el chino mandarín, si bien se reconocen varios cientos de dialectos y variantes, no siempre comprensibles unos con otros. Las tres grandes religiones tradicionales son el budismo, el confucionismo y el taoísmo, a las que hay que añadir la presencia cada vez mayor de seguidores del cristianismo y del islamismo. Su moneda, el yuan o Renminbí (RMB), que se divide en 100 fen. Su capital es Beijing.
Un poco de historia
Aunque China cuenta con mas de 4000 años de historia, conviene centrar la atención en los últimos 60, desde la victoria de Mao Zedong y la proclamación de la República Popular China el 1 de octubre de 1949 (que supuso el exilio de Chiang Kai-Shek a la isla de Formosa dando lugar al nacimiento del imperio económico que hoy es Taiwán y que merece un tratamiento separado).
Desde entonces, cuatro generaciones de mandatarios han ostentado la representación del poder político. De entre todos, el más significativo desde el punto de vista económico, más que Mao, fue, sin duda, Deng Xiaoping ("un pais, dos sistemas") quien supo pilotar con enorme habilidad el gran cambio hacia el crecimiento. Su sucesor, Jiang Zemin, continuador de la política de Deng, logró meter a China en la OMC en 2001 y diseñó su célebre teoría de la triple representación, reorientando la figura del Partido Comunista Chino, auténtico eje del sistema, que pasó de ser el representante exclusivamente del proletariado a convertirse en garante de las tres grandes fuerzas:
- las fuerzas avanzadas de la producción (los empresarios)
- las fuerzas de la cultura avanzada (la clase política)
- las amplias masas populares (los trabajadores).
Desde 1953 hasta nuestros días China ha venido publicando sus planes quinquenales, que tienen mucho que ver con los crecimientos anuales superiores al 10% y suponen la envidia y la preocupación de Occidente. El último de ellos, el undécimo, que cubre el periodo 2006-2010, tiene una marcada preocupación de índole social y ha de afrontar dos grandes retos:
- Reducir los enormes desequilibrios sociales, logrando un crecimiento mas armonioso, equilibrado, impulsando en lo posible el desarrollo de las áreas rurales. Eso sí, manteniendo al menos un promedio anual del 7,5%.
- Crear condiciones para que el consumo y la inversión privada sustituyan paulatinamente al gasto público.
Pero junto con esos dos retos, tiene otros objetivos no menos ambiciosos, como duplicar en 2010 el PIB de 2004, reducir un 20% el consumo de energía por unidad del PIB, disminuir la contaminación ambiental, aumentar la demanda interna, controlar la tasa de desempleo por debajo del 5% y promover empresas nacionales con marcas propias.
Constitución y Gobierno
Desde el 4 de diciembre de 1982, China cuenta con su Constitución, modificada en cuatro ocasiones: 1988, 1993, 1999 y 2004. La Jefatura del Estado está representada por el Presidente (Hu Jintao) y Vicepresidente (Zeng Qinghong), elegidos ambos por la Asamblea Popular Nacional por cinco años con una sola renovación.
Se defiende la división de poderes: Legislativo (Asamblea Popular Nacional), Ejecutivo (Consejo de Estado) y Judicial (Tribunal Popular Supremo). Estos dos últimos nombrados por la APN, controlada de manera directa por el Partido Único en el poder, por lo que se trata en realidad de una separación meramente formal.
Los principios políticos generales no tienen desperdicio (1):
1) El Partido Comunista de China es el único partido en el poder.
2) La naturaleza del Estado es una dictadura democrática del pueblo dirigida por la clase obrera y que tiene como base la alianza entre obreros y campesinos.
3) El sistema político básico es el socialismo, dirigido por la clase pro¬letaria. Cualquier individuo u organización que atente contra este sistema será considerado enemigo del Estado y del pueblo.
4) La fuente del poder político reside en el pueblo. Éste controla y ejerce dicho poder mediante la Asamblea Popular Nacional y las asambleas populares de distintos niveles. La Conferencia Consultiva Política del Pue¬blo Chino es el órgano que representa a las organizaciones revolucionarias del Frente Unido, que dio origen a la República Popular de China.
5) La ideología fundamental del Estado está integrada por el Mar¬xismo-leninismo, el pensamiento de Mao Zedong, las teorías de Deng Xiaoping y la idea de las "Tres representaciones" de Jiang Zemin.
6) El Partido Comunista seguirá profundizando en el desarrollo de la economía socialista de mercado y la modernización de toda la sociedad para construir un Estado socialista poderoso, democrático y civilizado.
7) Los órganos políticos del Estado son democráticos. Los miembros de las asambleas populares de distinto nivel son elegidos mediante sufragio.
8) El poder militar reside en el pueblo.
9) El país se gobierna de acuerdo con las leyes establecidas.
10) Todos los grupos étnicos son iguales ante la ley y se favorece la administración autónoma de sus regiones tradicionales.
Y en este entorno queda establecido que la APN ejerce la función de supervisar el cumplimiento de la Constitución; el Comité Permanente de la APN ejerce la función de interpretar la Constitución y la de supervisar su cumplimiento. La APN tiene el poder de modificar o anular la interpretación que su Comité Permanente haya hecho de la Constitución.
Muy bien define Rafael Domingo el sistema al declarar que "la propaganda ideológica del aparato estatal pone mayor énfasis en los deberes del ciudadano hacia la sociedad que en sus derechos frente al Poder. El paradigma de las sociedades liberales occidentales se mira como fuente de corrupción y libertinaje social".
Los problemas
Pero no todo son rosas para los mandatarios chinos, también hay espinas en el horizonte a corto plazo del gigante asiático, y algunos de ellos de difícil salida.
1.- El vertiginoso crecimiento de los últimos años ha producido un desequilibrio social importante y una descompensación entre el campo y la ciudad, el interior y la costa. Tanto es así, que éste ha sido el eje central que ha preocupado al Politburó tanto en los últimos congresos nacionales del Partido como en la redacción del último plan quinquenal.
2.- El exceso de capacidad de los últimos años, sobre todo en 2006, junto a un modelo productivo intensivo en mano de obra pero de bajo valor añadido, orientado exclusivamente a bajos costes, pone en cuestión la sostenibilidad del modelo en cuanto que surgen ya alternativas muy serias como Malasia, Indonesia, Vietnam, etc… Por ello, se hace necesaria y urgente la modernización de la producción, el impulso de las nuevas tecnologías y el establecimiento de políticas medioambientales. Al mismo tiempo, deben poner foco en nuevos mercados asiáticos (India, Japón, ASEAN, etc) y sobre todo en su enorme y potencial mercado cautivo interno. Ya es oficial que en 2010 se pondrá en marcha un nuevo territorio (CAFTA) que permita el libre comercio entre China y los países de la ASEAN.
3.- La falta de plenas libertades y de seguridad jurídica, la complejidad del sistema y la enorme burocracia, fueron identificadas con gran acierto por Deng Xiaoping, quien desde el principio trató de dotar al régimen del mayor grado de seguridad jurídica posible. La lucha contra la corrupción, la ley de propiedad privada (2007), las recientes medidas igualatorias entre empresas de capital nacional o extranjero (de las que es un ejemplo claro la nueva ley de impuesto sobre la renta empresarial que ha entrado en vigor el pasado 1 de enero de 2008), la ley de sociedades de 2006, la ley del IVA, la normativa cada vez mas "occidental" sobre patentes y marcas, la ley de arbitraje, etc… no pretenden otra cosa que garantizar y proteger la inversión extranjera, motor clave para el mantenimiento de los niveles de crecimiento armónicos que el país necesita.
La moneda
El 1 de enero de 1994 se implementa el sistema de "pegging"(2), asignando un tipo de cambio fijo de 8,27 yuanes por dólar americano. Este modelo permanece invariable durante once años soportando tensiones importantes como la crisis financiera asiática de 1997, la del rublo (1998), la del real brasileño de 1999 e incluso la disolución de la paridad peso-dólar que se produjo en Argentina en 2002.
La presión de los americanos, encarnada en la figura de los senadores Schumer y Gram., quienes amenazaron con denunciar a China ante la OMC y lo que es peor con establecer un sistema arancelario penalizando los productos chinos con un gravamen del 30%, desembocó en el abandono definitivo del sistema de "pegging" por un modelo de fluctuación modulado, vinculado a una cesta de divisas con un peso especial del dólar americano, el euro y el yen japonés aunque con participación de monedas como el won coreano o el bat tailandés. Se fijan límites de fluctuación diaria, inicialmente del 0,3%, porcentaje que sólo permanece para el dólar habiendo sido aumentado al resto de divisas hasta el 3%.
La revalorización del yuan llegará mas pronto que tarde, pero sin duda las autoridades chinas gestionarán esta circunstancia con máxima cautela pues si bien les traerá efectos muy beneficiosos (mejora de las importaciones, aumento de la capacidad de compra de empresas en el exterior como el caso Lenovo, reducción del valor de la deuda interna capitalizada en dólares USA, etc), también incorpora efectos no deseados o conflictivos. Y no me refiero tanto a la pérdida de competitividad de las exportaciones chinas, que siguen teniendo margen todavía y que además pueden ser reorientadas hacia la satisfacción de demanda potencial interna, sino a la pérdida de competitividad de los productos agrícolas frente a exportaciones extranjeras lo que supondría una alteración en el tejido agrario que podría acrecentar aún mas los desequilibrios internos que son la gran preocupación de las autoridades chinas como antes veíamos.
Y por si esto fuera poco, China se siente poco o nada presionada por Europa quien permanece inmóvil ante una revalorización que tiraría del dólar a la baja, acrecentando las diferencias cambiarias con el euro y dotando a los productos americanos de unos niveles de competitividad que vendrían en dañar las exportaciones comunitarias.
Casualmente, hoy día 18 de febrero de 2008 recoge el diario ABC que el "director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, se ha reunido en Pekín con el primer ministro chino, Wen Jiabao. En dicho encuentro, Strauss-Kahn instó al régimen comunista a flexibilizar el tipo de cambio de su moneda nacional, el yuan, para solucionar los desequilibrios globales que suscitan numerosas controversias con sus socios comerciales, sobre todo debido a sus imparables exportaciones.
«Un tipo de cambio más flexible ayudará a China a resolver sus retos económicos», recomendó el sucesor del español Rodrigo Rato al frente del FMI."
Aunque Strauss-Kahn eludió decir expresamente que el yuan se halle por debajo de su valor.
Conclusiones
Se dice que en 2025 China podrá superar el número de submarinos de EEUU. Ya han comenzado relaciones comerciales con proveedores de materias primas fundamentales tanto en Africa (Nigeria) como en Latinoamérica (Venezuela). Países que hasta la fecha sólo encontraban mercados en EEUU y en Europa encuentran en China una alternativa de libertad, una pequeña chispa de mayor autonomía e independencia frente a cierta prepotencia occidental. China es un país con una forma de hacer negocios diferente, muy diferente a la americana. Frente al "business is business" de éstos, aparece la figura del "guanxi", que para los chinos significa el reconocimiento de la relación personal. Son las maneras chinas, las que primero prefieren el trato y después el contrato.
Seguro que tienen enormes desafíos enfrente como la educación, los servicios sociales, la política energética, reconducir exportaciones de bajo valor añadido por otras de mayor calidad, etc… seguro, también, que cuentan con dificultades intrínsecas como la cultura, el idioma o la enorme burocracia, pero algo tendrá el Dragón cuando el Águila no para de torpedear con acuerdos estratégicos en la zona (India, Japón), con acusaciones de infracciones permanentes en materia de propiedad intelectual o en política monetaria o en cualquier otra cuestión.
La pregunta no es si China desbancará a EEUU del podio económico mundial. La cuestión es cuándo lo conseguirá. Quizá el medallero final de los próximos juegos olímpicos sea otro aviso más de por donde soplan los nuevos vientos.
Quizá sea cierto el conocido proverbio que se le atribuye al politburó chino y que recoge Rafael Domingo en el Dragón rampante cuando dice que "el siglo XIX fue el de la humillación, el siglo XX, el de la restauración, y el siglo XXI será el de la dominación". Veremos…
Notas
(1) Enumeración detallada en monografía del MAEC. Ver bibliografía.
(2) Sistema monetario magistralmente explicado por Ramón Tamames en su último trabajo sobre el gigante asiático.
Links de interés
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Informe Ministerio Asuntos Exteriores y de Cooperación: www.maec.es/es/MenuPpal/Paises/ArbolPaises/China/Monografia/
cmartinezjarabo@gmail.com
Si alguien necesita una orientación sobre el paradigma chino, leyendo este informe en 5 minutos obtendrá más conclusiones que indagando en sesudos y extensos informes detallados
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