La falsa bonanza - Luis de Guindos y Miguel Sebastián - Debate Foro de Foros
El debate empezó poniendo de manifiesto la falta de formatos de debate económico en España. Un debate plural donde podamos expresar y contrastar ideas, propuestas, inquietudes y preocupaciones con libertad e independencia, sin riesgos de etiquetas ni exclusiones. Hay que hablar libremente de economía y al ser una ciencia compleja y dada a equivocaciones, está puede provocar el alejamiento a la autocrítica. Sentimos la necesidad de debatir y acordar qué futuro queremos, podemos vivir y legar con vocación de total independencia. La autocrítica fue uno de los ejes principales del debate ya que ambos ministros estuvieron de acuerdo en afirmar que solo se llega al objetivo óptimo parando, reflexionando, haciendo autocrítica y siguiendo avanzando.
El libro que presentaba Miguel Sebastián, La falsa bonanza, además de ser un genial y ágil análisis económico, va enfocado a aquellos jóvenes de entre diecinueve y veintiún años que realmente no conocen casi nada de la economía española. Y no conocen casi nada ya que cuando entramos en el Euro tenían apenas dos años y la crisis los sorprendió con doce años, aproximadamente. El título bien puede utilizarse para describir la situación actual, donde puede intuirse que nos estemos olvidando de las causas que originaron todo, ahora que parece que lo peor ha pasado ya. Lo peor de todo es que los excesos de falsa bonanza surgen sobre variables que son buenas (por ejemplo, el endeudamiento).
Un tema que también centró parte del debate fue la baja importancia que se le dio y se le da a la productividad actualmente. La mayoría de ciudadanos sabe cuánto está creciendo el Producto Interior Bruto (PIB) español, pero poquísimas personas conocen el dato de cuánto ha aumentado la productividad durante los últimos años. La baja productividad se ha convertido en un problema estructural de la economía mundial.
Otro de los temas que salió fue Europa y la entrada de España al Euro con una bonita metáfora: España entró en el Euro como aquel alumno que solo estudia aquellos capítulos del libro que son estrictamente necesarios para aprobar el examen y ahora es necesario que le dé un repaso y profundice en el resto de capítulos. España tiene aún retos pendientes que resolver, como el problema de las pensiones, la dualidad del mercado de trabajo, el exiguo peso emprendedor y la existencia de un sistema fiscal antiguo y difícil de entender.
Acorde con el tema de Europa y España apareció la crisis que parece estamos dejando atrás y se concluyó que uno de los mayores detonantes de ésta fue las divergencias de competitividad entre países del sur y el norte de Europa. Se concluyó que para que el Euro funcione bien hace falta compartir riesgos, la denominada mutualización del riesgo, y eso solo será posible con unión política. Para conseguir tal unión se mencionó la accountability, un término inglés que hace referencia a la responsabilidad. Responsabilidad que debe ser abordada por todos, en todos los ámbitos y dejando fuera del debate ideológico la energía, la educación y las pensiones, permitiéndonos poder construir unas bases sólidas para las próximas generaciones.
El debate concluyó recordando que “ahora no tiene porqué ser diferente” por lo que deberemos estar alerta, recordar nuestros errores e intentar no volverlos a cometer por buenos excesos que aparezcan. Los cambios que estamos viviendo en todos los ámbitos son de tal dimensión que debemos encontrar respuestas al cómo hacer las cosas y no centrarnos en el problema, debemos pasar a la acción. Debemos buscar la verdad, esa verdad que se encuentra en los hechos y definimos como evidencia empírica ya que, consideramos, es la única forma de influir para que se produzca el cambio.