Macrotendencias. Las 5 disciplinas clave para la nueva gestión empresarial
Ediciones Gestion 2000
Este es un ensayo sobre cuatro macrotendencias (globalización, revolución digital, expansión del conocimiento y emergencia climática) y cinco capacidades (nuevo liderazgo, gestión del talento y del ecosistema, dominio de las tecnologías, sostenibilidad y un nuevo acercamiento al cliente) para afrontarlas De las macrotendencias que identifica el autor, todas menos la globalización son “rinocerontes grises” (M. Wucker) que, en contraste con los “cisnes negros” (N. Taleb), se refiere a eventos que vemos venir, pero para los que no hacemos nada para solucionarlos.
Y las cuatro macrotendencias interactúan, lo que provoca que el entorno sea cada vez más complejo. C, de complejo, uno de los componentes del concepto VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) que tan bien explica Josu Ugarte. “Entiendo el mundo VUCA como un proceso más causal que independiente. La volatilidad y la ambigüedad provocan la complejidad, y ésta, la incertidumbre. Es decir, VA -> C -> U”. No puedo estar más de acuerdo, así como con la recomendación implícita del autor: “En el caso de la complejidad, me gusta muchísimo el enfoque del filósofo Daniel Innerarity”.
Libro útil, escrito desde la experiencia profesional, para entender las implicaciones de un mundo que se ha duplicado y que ya es híbrido (físico y virtual). “Y en la economía digital aparece un fenómeno llamado “el ganador se lo lleva todo” (the winner takes it all). El ganador obtiene cuotas de mercado mayores que en los sectores tradicionales y su competencia se mantiene muy alejada. En la economía tradicional existía un líder con cuatro competidores siguiéndole de cerca. En la economía digital, un líder con mucha cuota, otro seguidor a distancia y, el resto mucho más lejos.”
El autor analiza otros de los cambios que se han producido, como el de “pasar de poseer a utilizar, del capex al opex, de la inversión al gasto”. Y que tiene importantes consecuencias no solo en la gestión empresarial, sino también en el ciclo inversión-financiación: “libera de tener que inmovilizar capital y permite variabilizar los costes. Altera la propiedad del activo con implicaciones importantes en la financiación y en la estructura de los balances. Y multiplica las posibilidades de monetizar la oferta”. Clave, en un momento en el que, como consecuencia de la Crisis financiera de 2008, y alentado por las políticas monetarias ultraexpansivas, estamos asistiendo a una financiarización de la economía (en detrimento de la bancarización).
El libro también analiza los pasos atrás que parece que se están dando en el proceso de globalización, ante la evidencia de que algunas cosas no están saliendo como se esperaba: “Cuando en 2001 Occidente permitió la entrada de China en la OMC quería provocar dos cosas: primero, que se le permitiera el acceso a un mercado enorme y, segundo, que hiciera la transformación democrática pensando en que las clases medias la empujarían como había ocurrido en otros países. Esto no ha sido así”.
Como una de las cuatro megatendencias, analiza el cambio climático: “afrontar la emergencia climática es el principal reto al que nos enfrentamos en este siglo. No cabe ninguna duda de que el calentamiento global es una realizada que está sucediendo ya”. Y, en línea con el contenido y orientación del libro, “históricamente la función de protección del medio ambiente se asignaba al Gobierno. Ahora son las empresas las que toman un papel mucho más activo en una búsqueda de propósito no sólo económico, sino social”. Se apunta, por lo tanto, a la corriente de los que defienden que la función empresarial ya no es sólo maximizar el beneficio. O, incluso, que ésta puede quedar relegada a la consecución de otras metas con tintes sociales y humanos. La reformulación del capitalismo para hacerlo más inclusivo, más humano y sostenible. “He incluido la sostenibilidad como una capacidad clave. Los líderes de las compañías que no la incorporen con urgencia quedarán irremediablemente atrás. Por el impacto que tendrá en la imagen de la compañía, en su capacidad y coste de financiación, en la necesidad urgente de abordarla frente a la proliferación de regulaciones, a la posible exigencia de las clientes y, muy importante, a la capacidad de atraer talento. El líder tendrá que gestionar a la generación más preocupada por cuidar el planeta que habitamos”.
Y de forma coherente, el autor reclama un nuevo liderazgo, “que abandona el contexto de autoridad para entrar en el campo del ejemplo, cuya satisfacción viene del valor que aportan, no del poder que ostentan, que son humildes y generosos”. El líder debe evitar que “las experiencias de éxito le coloquen en una situación de superioridad, obviando el factor suerte como punto clave”. En definitiva, evitar la soberbia meritocrática de la que advierte Sandel (“La tiranía del mérito”). Y reclama “lo femenino” (“más omega y menos alfa”, siguiendo a Brey y Yanisetskaya), que será lo que, según Ugarte realmente haga que sus equipos y el talento se vinculen con el proyecto. “El futuro será de aquellas organizaciones en las que el líder adopte las características de lo femenino: humildad, inteligencia emocional, sensibilidad, modestia, consideración, capacidad de construir equipos y de inspirar".
Como conclusión, “una vez hemos comprendido de dónde viene la complejidad (la ecuación diabólica de las cuatro macrotendencias), necesitamos transformarnos. Y esto no es cambiar. Cambiar es hacer las (mismas) cosas de manera diferente. Transformare es incorporar capacidades diferentes. Y la transformación de las organizaciones pasar por la transformación individual”.
Josu Ugarte es el primer autor que consigue situar sus libros, en tres ediciones diferentes, entre los diez finalistas del año de los Premios Know Square y en la entrega de premios de junio 2022 recibió públicamente una mención del Jurado por este hecho que dice mucho de la calidad de los escritos de este empresario español.